"Mar para Todas" llega a los 135 municipios bonaerenses. Varios contingentes de personas de Almirante Brown, Berisso y Ensenada disfrutaron de la costa bonaerense. Otro grupo visitará Embalse de Río Tercero.
Ellas salieron de situaciones de violencia de género y con sus hijas e hijos disfrutan de vacaciones a partir de un programa estatal bonaerense que les permite el descanso y el goce para pensar cómo reconstruir sus vidas, algo que manifiestan en cada testimonio mientras caminan a orillas del mar, hasta donde fue Télam para compartir una tarde con el segundo contingente de beneficiarias de esa iniciativa oficial.
Se trata de las 50 mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+ que forman parte de uno de los grupos armados para visitar la costa bonaerense en el marco del programa “Mar para Todas“, implementado por el Ministerio bonaerense de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, en un trabajo sinérgico con municipios de la provincia y el Ministerio de Turismo de la Nación.
El grupo llegó esta semana junto a sus hijas e hijos y está alojado en el Complejo Turístico de Chapadmalal, a 42 kilómetros al sur de Mar del Plata.
Para muchas es la primera vez frente al mar. Para otras, la primera vez en su vida que tienen vacaciones. Unas y otras residen en las localidades de Berisso y Ensenada.
Télam estuvo una tarde en Chapadmalal y encontró a las mujeres corriendo con sus hijos por la playa y haciendo castillos de arena.
“Disfrute” y “libertad” son las palabras que repiten durante la charla quienes se llaman con nombres ficticios para preservar sus identidades.
“Estoy tan agradecida de la atención que nos están dando y del acompañamiento que tenemos luego de haber pasado tantas cosas. Esto es maravilloso y creo que no lo olvidaré más ya que es una oportunidad única que nos han dado de conocer el mar”, comparte María.
Ella revela que no quiere perderse ningún momento y hace fuerzas por retener cada vivencia para contarle a su hija, que se quedó en su casa, a su regreso.
Frente al mar, Catalina cree que “esto es como una película, siento una recompensa de parte de Dios”. “Después de pasar tantas cosas malas este paseo es una recompensa”, reitera.
“Me siento feliz, quiero tomar sol, disfrutar y dejar todo el pasado atrás y conocer a este grupo de mujeres, hacerme de amigas y ayudar desde mi lugar a otras mujeres”, enfatiza Catalina. Y reconoce haber pensado que “nunca iba a salir de todo lo que me pasó”.
Para Patricia, el viaje al mar “es un antes y un después, un cambio de vida. Me pasaron tantas cosas feas que está bueno despejarse y poder caminar por el mar con mi hija para distraerme”.
Carmela, mientras camina abrazada con una amiga desde la playa hasta el hotel, relata que el mar la llenó de energía “que es la que necesito para comenzar a proyectar mi nuevo futuro luego de haber sido una persona sometida y maltratada por mi pareja durante tantos años”.
“No sé si es el viento, el agua fría del mar o el magnetismo que irradia este espacio, pero hoy puedo decir que puedo lograr mis sueños, mis metas, sin tener que estar bajo el ala de nadie”, revela mientras con el puño de su campera se seca las lágrimas.
Estas vacaciones son de encuentro, para que ellas se conozcan aún más y para trabajar los procesos que les permiten salir de las situaciones de violencia con apoyo de las áreas de género de los municipios.
Espacio de libertad
Verónica Faguaga Gaite, abogada y coordinadora de este programa en el municipio de Ensenada, explica que desde hace unos seis meses realizan capacitaciones en género y lograron conformar una cooperativa textil de mujeres.
“Pero todo era virtual debido a la pandemia, por eso las elegimos a estas mujeres para vacacionar, para que se conozcan acá, frente al mar, y puedan trabajar el día de mañana juntas y de esta manera ir creando lazos que sirvan de red para conformar lo que será su futuro trabajo”. relata.
Habrá playa y juegos de mesa con cartas, actividades con preguntas al azar, baile, karaoke y actividades para los hijos e hijas en esta semana de descanso reparador.
“Siempre les repetimos a estas mujeres que son merecedoras de este espacio de libertad y contención. Son muy luchadoras y han tenido la fortaleza de querer hacer y salir adelante, por eso creo que tienen un cúmulo de sueños por alcanzar”, resalta Faguaga Gaite.
Reencontrarse desde otro lugar
Por su parte, la subsecretaria de Políticas Contra las Violencias por Razones de Género, Flavia Delmas, destaca que “‘Mar para Todas’ abre otro paradigma” porque “se aleja de quienes proponen una mujer o LGBTIQ+ víctima, cuyo destino es el dolor, el sufrimiento, para darle lugar a la sujeta de derechos que en el proceso de salida de las violencias, disfruta, se divierte, se reencuentra desde otro lugar”.
“La integralidad de las políticas tiene que ver con el reconocimiento de lo que necesitamos como seres humanos para estar mejor y para vivir una vida digna, el deseo y el descanso forman parte de eso” y “también potencia que sea en grupo, lo colectivo le imprime otro valor, la salida no es individual, no están solas, hay una red y un estado que las acompaña”, resume la funcionaria.
El martes, cuando fue a saludar al contingente que salía hacia el mar, la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, Estela Díaz, habló de “satisfacción” porque “el Estado esté generando política pública para que las salidas de las violencias incluyan el disfrute y el ocio, derechos fundamentales de las personas, derecho a vacaciones”.
Díaz destacó que esta política “es una articulación virtuosa” del Estado nacional, provincial y municipios “para cambiar la calidad de vida cotidiana”.
“Mar para Todas” llega a los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, y se inauguró esta temporada con un contingente de 50 personas de Almirante Brown. Al momento de la realización de esta nota, estaban mujeres de Berisso y Ensenada y la próxima semana otro grupo visitará Embalse de Río Tercero en la provincia de Córdoba.
Télam.